Descubierto un mecanismo por el que el abuso de cannabis puede causar esquizofrenia
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto un mecanismo por el que el abuso del consumo de cannabis puede producir alteraciones del sistema nervioso comparables a la psicosis y la esquizofrenia. El estudio, publicado en tres revistas científicas, ayuda a comprender la forma en que el abuso de cannabis acarrea efectos negativos, especialmente entre los más jóvenes, cuyo sistema nervioso se encuentra en fase de maduración.
Los cannabinoides constituyen un conjunto de compuestos psicoactivos presentes en una resina secretada a partir de las hojas y brotes florecidos de la planta Cannabis sativa.
Los beneficios atribuidos al uso moderado y supervisado de estas sustancias no son eximentes del gran perjuicio que producen en ciertos sectores de la población y derivados del abuso y desinformación sobre las mismas.
La esquizofrenia es uno de los trastornos mentales más graves del espectro de las enfermedades mentales y en concreto de las llamadas psicosis. En su descripción inicial, Kraepelin (1919) la definía como una enfermedad crónica con un pronóstico muy negativo, tanto en cuanto a su curso, repercusión global, como en cuanto al deterioro cognitivo discapacitante.
Sin embargo, en las últimas décadas se ha ido desarrollando una visión más positiva sobre la evolución de la enfermedad, basada no solo en los avances terapéuticos (psicológicos y farmacológicos), sino también en la implantación de nuevas políticas asistenciales y, especialmente, en los programas de detección e intervención temprana. En los diversos estudios de seguimiento de estos programas se han descrito porcentajes de remisión completa situados en torno al 30%, lo cual resulta muy alentador.
La esquizofrenia presenta, además de los síntomas clínicos, déficits neuropsicológicos que, hoy en día, ya se les da una entidad propia. Estos déficits se pueden resumir en aspectos relacionados con la atención, memoria, funciones ejecutivas, velocidad de procesamiento de la información, funciones motoras y otros.
Se estima que el consumo de cannabis en este grupo de patologías alcanza un 30-50 %, duplicando la prevalencia de la población general. Múltiples estudios confirman que el abuso de cannabis está asociado a un inicio temprano de las psicosis, considerándolo como un factor de riesgo.
Existe disconformidad en cuanto a si su consumo precipita el desarrollo de la enfermedad en personas ya predispuestas o si los pacientes con psicosis abusan de esta sustancia por su propia patología. También hay discrepancia en cuanto a sus efectos, aunque se coincide en que aumenta el riesgo de conductas violentas, de ingresos hospitalarios, de menor adherencia con el tratamiento, de suicidio y de muerte súbita y afecta negativamente a las funciones cognitivas, debido a su acción a través del sistema cannabinoide endógeno, presente en nuestro organismo, con numerosas implicaciones en el sistema nervioso central.
Sin embargo, vamos a ser positivos, ya que parece ser que las alteraciones neuropsicológicas producidas por dicha sustancia no persisten en los pacientes que han abandonado el consumo. Por tanto, pueden ser reversibles, siempre que no hayan producido cambios persistentes y fatales en la integración yoica y en el entorno del paciente.
Os añado un enlace en el que se incluyen los equipos municipales de prevención de drogodependencias del País Vasco: DROGOMEDIA
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